Mediante el masaje creamos un vínculo con el bebé en sus primeros meses de vida. Un arte que ayuda a comprender su lenguaje no verbal y a responder de forma respetuosa a sus demandas.
Estudios e investigaciones reafirman la necesidad de tacto nutritivo como base fundamental del desarrollo en sus primeros años de vida. Se conocen cuatro beneficios básicos que aporta este contacto físico: la interacción, la liberación, la estimulación y la relajación.
En todas las sesiones hay un espacio de acogida, relajación y diálogo entre las familias.
Algunos de los beneficios más concretos del masaje infantil:
- Ayuda a crear y a fortalecer los vínculos afectivos.
- Alivia el malestar producido por cólicos y gases.
- Facilita el sueño del bebé.
- Ayuda a escuchar y comprender el llanto del bebé.
- Favorece la comunicación entre adultos y sus bebés.
- Refuerza el sistema inmunitario.
- Ayuda a madurar el sistema nervioso.
Material que necesitarás:
- Toalla (o empapador) y Muselina.
- Ropa cómoda para el adulto.
*Incluye, además del taller, un dossier con los movimientos de masaje infantil.