Soy madre de una niña de 3 años, educadora infantil especializada en educación libre y pedagogía Waldorf, educadora de masaje infantil (IAIM) y me he formado como profesora de yoga para el embarazo y el postparto en Mamayoga.

Mi experiencia acompañando infancias me ha permitido observar de cerca cómo nos desarrollamos en los primeros años de nuestras vidas, pudiendo observar la forma que tenemos de relacionarnos con nuestro entorno a través del movimiento y de los sentidos. De todos los sentidos, me di cuenta de que el tacto es el gran olvidado y a su vez el más básico para nuestra supervivencia y nuestro desarrollo como seres humanos. Por eso creo que el tacto nutritivo, a través del masaje infantil, es un regalo para nuestros bebés y para la humanidad, tan ancestral como revolucionario.

El embarazo de mi hija y su parto me trajeron la oportunidad de conectar con mi lado más mamífero e intuitivo, y sentí la necesidad de compartir mi experiencia con otras mujeres. Desde entonces disfruto ofreciendo espacios de conexión y escucha entre mamás y bebés donde hacer tribu, acoger y acompañar todas las formas de criar y maternar.