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Descubre los mejores asanas para el yoga con bebés

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Para practicar los asanas para el yoga con bebés, coloca un fular al principio de tu esterilla para poder dejar al bebé en el suelo

Acabas de dar a luz y tienes un hermoso bebé, eso sí, es inseparable de ti y a ti te apetece empezar a practicar yoga para reencontrarte contigo misma y con tu centro. Hoy, desde Mamayoga, te invitamos a que descubras los mejores asanas para el yoga con bebés

¿Qué es el yoga con bebés? 

A diferencia de lo que algunos piensan, el yoga postparto o yoga con bebés, es una actividad para las madres acompañadas de sus bebés. Así el centro de la práctica eres tú, madre, para que te reencuentres contigo tras la locura del parto y postparto inmediato, y, además, puedas activar, practicar y sentir sin necesidad de separarte del bebé.  

Descubre que podéis estar juntos compartiendo más allá de tenerle siempre en brazos, con tu mirada, tu voz y tus manos. El bebé o la bebé estará bien si tú estás bien.  

El postparto y los primeros años de maternidad, son un momento de aprendizaje mutuo. No se trata de controlar, ni exigir, ni dejar llorar al bebé, sino de ver sus necesidades y también las tuyas, comprenderlas y avanzar poniéndote la vida más fácil. 

Descubre cuáles son los mejores asanas para el yoga con bebés

Verás que podrás ejecutar la mayoría de las asanas de la práctica habitual, pero con el enfoque que te dará la práctica para el yoga con bebés. Un enfoque de autocuidado compartido, de tiempo y espacio para ambos.  

A continuación, te proponemos algunas de las mejores asanas para el yoga con bebés

Asanas para el yoga con bebés 

Para practicar yoga con bebés te invito a que añadas un gran fular o muselina al principio de tu esterilla o una segunda esterilla donde poder dejar al bebé en el suelo. Así tendrá plena libertad para iniciar los movimientos espontáneos que correspondan a su edad, seguir con la mirada, poner todo en la boca, tocarse los pies, voltearse, alcanzar objetos, arrastrarse, sentarse, etc. 

Al añadir este espacio para el bebé, la bebé, podrás mantener tu esterilla para que realices los asanas para el yoga con bebés. Esto sin tener que moverle y disponiendo de tu propio espacio, y, además, estará lo suficientemente cerca para tomarlo en brazos cuando lo necesites.  

Gato-vaca besitos 

Una de mis posturas o asanas preferidas para el yoga con bebés es el gato-vaca besitos. El mismo nombre lo dice, se trata de una adaptación del movimiento del gato-vaca tradicional añadiendo besitos, mimos e incluso pedorretas para el bebé, la bebé. Te va a servir tanto para calentar, compensar, o cuando no tengas tiempo de hacer una práctica y simplemente te apetezca moverte. 

Te sitúas sobre el suelo en cuadrupedia o seis puntos de apoyo (manos, rodillas y puntas de los dedos de los pies). Tienes al bebé muy cerca en el suelo entre tus manos. Exhala y relaja, al inhalar, eleva la cabeza dejando que la columna se arquee, pero sin colapsar, al exhalar recoge tu ombligo hacia adentro dejando caer la cabeza y presionando el suelo con las manos. En la siguiente inhalación, flexiona un poco tus codos para llegar al bebé y llenarle de besos antes de volver a elevar la cabeza. Repite a tu ritmo, añadiendo voz, palabras, pedorretas, risas, lo que te apetezca compartir con el bebé, la bebé. 

Divide tu atención, una de las mejores herramientas de madre, entre los movimientos que sientas que le apetecen a tu cuerpo y columna y las risas con el bebé. Igual quieres añadir círculos con la cadera, con los hombros o añadir algo de fuerza; en este caso, levantando en algún momento las rodillas del suelo dos o tres dedos y sosteniendo tus costillas hacia el ombligo. Haz tuyo el movimiento y que fluyan los besitos.

Saludo al bebé a la bebé 

Adaptamos una de las secuencias de asanas o vinyasa más famosos del Hatha Yoga, el saludo al sol. A medida que te vayas sintiendo más fuerte y ya recuperada del postparto podrás ir añadiendo intensidad a las posturas y cambiando unas suaves por otras más intensas.  

  • De pie cerca del bebé la bebé con espacio detrás de ti, los brazos y las manos libres a los lados moviendo los dedos para requerir la atención del bebé, la bebé. Exhala relaja. Inhala y eleva los brazos hacia arriba y hacia atrás abriendo tu corazón.  
  • Al exhalar flexiona ligeramente tus rodillas y flexiona toda tu columna, te inclinas hacia el bebé, la bebé, para poder llenarlo de mimos y besos.  
  • Coloca las manos en el suelo para llevar la pierna derecha atrás apoyando la rodilla en el suelo, cuando lo tengas en una inhalación sube los brazos abriendo el pecho. 
  • Vuelve a bajar las manos al bebé para llenarle de mimitos.  
  • Apoya tus manos en el suelo y a tu manera, lleva la pierna izquierda atrás y en una exhalación te colocas en la pirámide o perro mirando hacia abajo. Manos y pies apoyadas fuertes en el suelo, nalgas hacia el techo y columna hacia atrás, relajando la cabeza entre los brazos. Tómate alguna respiración aquí. 
  • Rodillas al suelo y llena al bebé de mimos besitos. Aquí a la larga podrás añadir la postura de plancha con ocho puntos de apoyo, la cobra o también el perro mirando a la luna. Pero las primeras semanas gato-vaca es suficiente.  
  • En una exhalación apoyando las manos en el suelo vuelve a la pirámide. Tómate alguna respiración más. 
  • Trae la pierna derecha hacia delante ahora, saluda al bebé y en una inhalación abre el pecho subiendo los brazos. 
  • Vuelve las manos al suelo, lleva la pierna izquierda también hacia las manos para cerrar en flexión soltando todo tu cuerpo mientras llenas al bebé de mimos para que te deje volver a levantarte. 
  • En una inhalación flexionando rodillas ve subiendo todo el cuerpo hasta que te expandas abriendo brazos y corazón.  
  • Exhala y relaja.  
Los asanas te permiten conectar con tu bebé

Suceda lo que suceda, no te frustres, no siempre podrás hacer la secuencia completa, que te deja hacer una vuelta, perfecto, que mañana harás tres, pues genial. Se trata de activarte, respirar y daros tiempo el uno a la otra, la una a la otra. 

La silla con manos locas: Uno de los mejores asanas para el yoga con bebés

Como te hemos explicado en la secuencia anterior, el movimiento de tus manos te va a ser de gran ayuda para mantener esta conexión constante con el bebé, la bebé, con ello se va a sentir seguro y tú podrás seguir con la práctica. Así la silla con manos locas es también una de las mejoras asanas para el yoga con bebés. 

De pie con los pies ligeramente separados cerca del bebé, la bebé. Exhala relajando tus brazos a los lados del cuerpo. Al inhalar sube los brazos por encima de la cabeza expandiendo tu corazón hacia delante. Al exhalar baja a la silla las rodillas flexionadas y la espalda larga como si te fueras a sentar en una silla. Ahora tus manos y tus brazos se van a volver locos. Juega con el bebé haciendo movimientos con tus manos flamencas, o el cucú tapándote y destapándote los ojos (ahora estoy, ahora no estoy). Así podrás sostener la postura durante algunas respiraciones mientras el bebé, la bebé se siente atendido. Cuando lo sientas inhala y expandiendo el pecho y el corazón sal de la postura. 

Puente Port Aventura 

Otras asanas para el yoga con bebés se prestan a que los integremos como parte de la postura misma, es el caso del puente “Port Aventura” o parque de atracciones. 

Tumbada sobre la espalda sitúa al bebé entre tus piernas de manera que esté sentado o tumbado en ellas. Sostenlo con las manos de manera segura, pero procura relajar o pegar tus hombros al suelo. Al inhalar levanta las caderas llevando al bebé hacia el techo, al exhalar vuelve tu espalda al suelo bajando vértebra por vértebra.  

Torsión de amor 

Para terminar, nos iremos con una postura de mirar con todo nuestro amor en el suelo que te servirá para descansar, recolocar la espalda y seguir compartiendo con el bebé, la bebé. 

Sitúate en tumbada en el suelo con las piernas flexionadas y que el bebé, la bebé, quede cerca de tus costillas del lado izquierdo. Inhala abre los brazos en cruz en el suelo, el que está cerca del bebé te puede ayudar a acurrucarle cerca de ti. Al exhalar deja caer las rodillas hacia la derecha y tu cabeza hacia la izquierda para mirar al bebé, la bebé. Puedes sostener durante un minuto y cambiar girándote para que el bebé, la bebé quede en el lado derecho. 

En Mamayoga te proponemos este bello espacio y tiempo compartido con tu bebé, para que no te alejes de él o ella mientras vas recuperando tus sensaciones, activándote y estirándote a la vez. ¿Te unes a nuestra tribu? 

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