Una vez pasada la cuarentena puede que te plantees recuperar tu práctica habitual o iniciar una actividad que puedas compartir con tu bebé, hoy desde Mamayoga te explicamos cuáles son los principales beneficios de hacer yoga con tu bebé.
En pocas palabras estaríamos hablando de cuidarte, establecer un vínculo entre ambos, retomar las riendas y hacer tribu.
Cuidarte
Seguramente antes de quedarte embarazada no sabías que existen las clases de yoga posparto donde madres y bebés comparten la práctica. No se trata de sesiones de yoga para bebés sino momentos compartidos donde las madres encontramos espacio para cuidarnos sin alejarnos del bebé o de la bebé.
La llegada de un recién nacido cambia todos tus ritmos y rutinas, hasta el punto que a veces desconectas de aquello que es más necesario para ti.
Las clases pueden convertirse en esos espacios oasis donde sales de casa para reunirte con otras madres y vivir un tiempo para ti.
Cuidarse incluye encontrar descanso, liberar tensiones físicas, descontracturar el cuerpo, e ir preparando tu recuperación corporal e incluso mental.
Crear un vínculo, otro de los beneficios de hacer yoga con tu bebé
Como en toda relación que se inicia, a parte del enamoramiento, el bebé y tú aún no os conocéis. El posparto es el momento de encontrarnos el uno al otro. Esta conexión no se crea de la nada, así que no pasa nada por sentirse desbordada a veces. Reconoceros requiere tiempo.
En las clases te ofrecemos ese espacio compartido donde practicar con el bebé integrando besos y mimos en las posturas, las manos locas y sonrisas cómplices.
Con cada día que pase vuestro vínculo se hará más grande. Os iréis entendiendo, sabrás cuando necesita de tus brazos y cuando puedes practicar mirándole a los ojos. Tu voz, tu mirada, tus caricias, harán que se sienta seguro, aunque te alejes unos centímetros de él o ella.
Recuperación posparto
La práctica de yoga enfocada al posparto te ayuda en la recuperación física que requieres tras el nacimiento del bebé. Más allá de la cuarentena, durante todo el primer año, tu cuerpo necesita reactivarse y recuperarse independientemente de si el parto haya sido vaginal o por cesárea. Deberás prestar especial atención a la salud de tu suelo pélvico y la faja abdominal.
Además, tener siempre al bebé en brazos, las posiciones imposibles para amamantar o dar bibe, subir y bajar al bebé a peso, dormir en modo contorsionista o las noches interminables sin dormir. Hay mil motivos por los que hacer yoga puede ser un salvavidas.
Practicar te ayudará con tu postura, volverás al centro emocional, descargarás tensiones de los hombros, recuperarás tu core y aprenderás como lidiar con algunos de los inconvenientes físicos del posparto.
No se trata de hacer sesiones interminables de yoga, cada minuto cuenta. Te lo dedicas a ti, a tu recuperación.
Practica yoga con tu bebé te hará retomar las riendas
Puede que en algún momento del posparto te sientas como si perdieras un poco el dominio sobre tu vida y tu cuerpo. El bebé es muy demandante y tú lo amas con locura, pero hay momentos que necesitas retomar el control de tus sensaciones.
Ver que puedes realizar tu práctica de yoga y que el bebé esté allí es fantástico para esta conexión interna.
Una simple pregunta precede muchas de las clases: ¿Cómo estás, madre?, ¿cómo te sientes aquí y ahora?
“Si tú estás bien ellos están bien.”
Ágata Subirats
Es de gran importancia que recuperes espacios para el autocuidado. Tu eres su templo, su casa, e incluso su universo y eso es fantástico, pero no te olvides de ti.
La tribu
Verás, practicarás y te sentirás acompañada por otras madres que habrán dado a luz poco antes o después que tú. Los mismos miedos, las mismas dudas, otras palabras, otro cuerpo, otro bebé. Pero de pronto reconocerás con las miradas que todas estáis en el mismo camino, la maternidad. Un camino de curvas emocionales que a veces puede ser muy solitario.
Es por ello la importancia de la tribu, el grupo, el círculo de madres que practicarán contigo, sentirás su solidaridad en los días de llanto desbocado y su apoyo en todo momento. Ellas han estado allí antes y tú estarás allí para las siguientes.
Las prácticas van más allá de los ejercicios que puedas hacer, se trata de lo que puedas sentir y compartir con las demás madres y con el bebé o la bebé.
Si quieres venir a practicar con la tribu Mamayoga estaremos encantadas de recibiros a ti y al bebé.
Sílvia Gallego
Autora y editora, profesora de yoga prenatal