Los cuidados en la maternidad están al orden del día, por suerte cada vez más se habla de salud mental y cómo ayudarte a transitar esta etapa de tu vida. Hoy, desde Mamayoga, abrimos melón y te explicaremos cómo usar el yoga para recuperar la autoestima después del parto.
Emociones a flor de piel
Acabas de dar a luz, hay risas y llantos, un bebé desconocido que te reclama y reclama, y viene sin manual de instrucciones. Y nos han educado tan bien en el manual de instrucciones, que cuando la intuición es la que prevalece no sabemos muy bien qué hacer. Así que empiezan a aparecer las dudas.
“¿Lo estaré haciendo bien? ¿Por qué no deja de llorar, qué hago mal? ¿Seré capaz? ¿Por qué todo sale al revés de como lo he planeado?”.
Además las dudas no vienen solas, tus emociones están a flor de piel, con las hormonas ajustándose y dándote grandes bajones. Unos días la dicha te invade, otras el miedo más atroz, otras lloras desamparada, algunos incluso desearías no estar así para volver de golpe a la felicidad más absoluta. Hay cansancio, hay pesadez, todo suma.
En ese huracán de emociones es habitual que tu autoestima se resienta. Aunque sea normal o conocido, es uno de los puntos en que debes cuidarte sí o sí. El yoga enfocado a la maternidad, con sus herramientas de autocuidado e interiorización, te puede ayudar a recuperar dicha autoestima.
No te sientes la misma
No hacen falta etiquetas para saber que los bajones emocionales que puedes sufrir después del parto te afectarán a todos los niveles. Y es que sientes que no eres la misma. No lo es tu cuerpo, tu familia ha cambiado, tu mente ha cambiado, tu entorno está cambiando, tu trabajo queda lejos, todo parece cambiar a tu alrededor. Han cambiado tanto tus estructuras que puede que no te identifiques más con la mujer que habías sido hasta el momento.
Aunque la imagen física de una misma no es lo más importante en la vida, los enormes cambios del embarazo y la lenta recuperación postparto no ayudan a reencontrarte contigo.
Y todo lo nuevo asusta.
Un entorno que no apoya lo que esperas
Además, a veces el entorno no lo pone fácil, ya sea por desconocimiento, por sobreprotección o por una visión diferente de la vida, pero todo el mundo parece poder opinar sobre tu manera de maternar y esa escucha constante de críticas también puede afectar a tu autoestima.
“No le cojas tanto en brazos que lo vas a malcriar”, “¿Aún le das el pecho?”, “Dame, ya lo cojo yo”, “Déjalo que llore mujer”, “Claro, como eres primeriza”, y un largo etcétera.
Un poco de por favor. Lo estás haciendo increíblemente bien, madre. Eres la madre que necesitaba el bebé, la bebé. Ninguna opinión es más válida que la tuya. No te ningunees. Si quieres escuchar a los demás, o pedirles consejo, adelante, pero tu opinión es la que cuenta.
Así que te invito a que desde hoy recojas tus riendas y empieces también a cuidar tu autoestima. Si te ves superada, pide ayuda, no tengas miedo de buscar grupos de acompañamiento y soporte, psicólogas especializadas, pediatras, todo lo que necesites para salir de esta con tu autoestima más reforzada aún.
El yoga para recuperar la autoestima
En las clases de yoga para la maternidad, el enfoque es claro: tú, madre. Tú eres el centro. Como te recordamos siempre, si tú estás bien ellos están bien. Una maternidad más consciente empieza por saber cómo estás y cuidarte a ti también.
El yoga, originalmente, busca parar las fluctuaciones de la mente habladora, y eso te ayudará a recuperar tu autoestima. Porque sí, esas dudas, esas críticas, no vienen solo de fuera, sino que es nuestra mente la que nos carga con ellas. El yoga te enseña a observar, a reencontrarte y parar para poder restaurarlo todo.
Algunas de las ventajas que te ofrece el yoga postnatal o yoga enfocado a la maternidad para recuperar la autoestima después del parto son:
- Calma mental. Déjalo todo en la puerta. Ahora se inicia tu sesión de yoga, todo lo demás no importa, estás aquí y ahora.
- Confianza y tranquilidad. Si practicas con el bebé, la bebé, las clases postparto te muestran que todo está bien. Bebé en la teta, está bien. Solo hacer una vuelta al saludo al sol, está bien. Hoy debo salir y estar media clase fuera con el bebé, la bebé en brazos, también está bien.
- Reconócete, sigues siendo tú. Si, todo ha cambiado y te abruma, pero es porque te has abierto más. Ahora eres más completa, más poderosa, hay nuevas capas de ti que desconocías.
- La actividad física regular va a arrancar la maquinaria de nuevo. Tu cuerpo va a reordenarse y tus hormonas empezarán a cuadrar en el nuevo estado post-embarazo.
- Tendrás tiempo y espacio para ir hacia adentro. Los primeros meses, e incluso años, de la maternidad tu foco estará hacia el bebé, la bebé. Es por ello que el yoga te invita una vez más a simplemente ir hacia dentro. Allá donde habitas.
- No estás sola. Ya sea en las clases de yoga o en los grupos de acompañamiento, donde escuchar y ser escuchada, te encontrarás con compañeras en tu mismo estado. Las redes de confianza y apoyo te ayudarán a sostenerte de nuevo.
Te invito a que conozcas la tribu Mamayoga y todo lo que las clases de yoga pueden hacer para recuperar tu autoestima después del parto.
